Diego Manuel , Arte de Buenos Aires

       
Purchase information
Art series Blog Artist biography
       
Promociones
Showroom
Press
Clases de Arte

1/2

 

 

El tren gris
por Fernando I. Chover (Revista Cultural Contrastes, Valencia, España. Año 2001)

Diego Manuel es pintor por vocación y errante por circunstancia, recorre el trayecto de Buenos Aires a ciudad de La Plata.

Viaja en un tren de ilusiones y desesperanza, de luz y oscuridad. Un escenario dónde múltiples protagonistas le regalan sus historias, confirmando que no hay mejor narración que la vida, ni mejor vida, para un creador, que la narración.

Suben los pasajeros de las 5.30 a.m., los silbatos y la luz son los primeros actores, marcando el comienzo que todo viaje debe tener.

Diego, mantiene un discreto mutismo, casi sin respirar, deleitándose en la contemplación de tan sorprendente normalidad. Un vagón gris, setenta asientos grises y doce personas grises. Quizá, el reluciente vagón que fue no resistió más la indiferencia de la gente que ya pasó, muriendo así poco a poco, pues sólo los ramales que rinden económicamente funcionan en una Argentina que se va atomizando. Aunque, bien pensado, que sería de este país sin el triste y bravo infortunio que susurran los tangos, transformando el dolor en múltiples y variados sentidos, en ilimitados e indefinidos colores. Colores que cambian a medida que nos adentramos en los suburbios.

Dentro, por el pasillo central, cruzan unos pedigüeños ancianos vendiendo libros que eseñan cómo ganar dinero, aunque, paradójicamente, el único modo de ganar dinero con esos libros es vendiéndolos. Estos veteranos parecen formar parte del tren, completando la galería de personajes perfectamente estudiados, con sus uniformes, sus colores, sus formas y sus distintos significados dentro de ese complejo equilibrio que es la vida. Un viaje incierto en el que cada persona asume un papel. Nuestro pintor, confirmando la teoría de Matew Donald, por la que una persona con un martillo en la mano transforma diversos objetos en clavos, proyecta su sensibilidad infantil, para redibujar y colorear ese tren gris, con sus personajes grises.

En su libreta hace apuntes, y va transformando la indefinición de la forma del vagón en un deformado cubo, los incómodos asientos y las ventanillas se convierten en geométricos arabescos. Pero ese cruce de lineas transversales, diagonales y paralelas, conforma un anárquico orden, sólo roto por las manchas, las criaturas.

Personas que despiertan dentro del bosque mágico que el artista imagina; la maternal liebre cuida de su bebé, mientras el arisco roedor lee el periódico, molesto por los jóvenes pajarillos que revolotean por el pasillo. Un bestiario que rezuma humanidad y que ofrece a los ojos del artista una vivencia cercana y concreta.

El paisaje recrea variadas escenografías que enfatizan la crudeza de la realidad circundante. El puente de hierro, la casa del arroyo, la fábrica destartalada... Otros mundos, que pertenecen al tren, del mismo modo que el tren pertenece a éstos. Temerarios muchachos que esperan el paso del tren para recuperar aquello que el destino les arrebató y con lo que conseguirán alimentarse, calentarse o trapichear, dependiendo de la carga. Los jóvenes enamorados sellan su amor uniendo dos monedas con el paso del tren. Una inquieta adolescente mira pasar los vagones cargados de oportunidades que nunca encontrará si permanece en esa ventana. El traqueteo marca el paso del tiempo, a los habitantes de la Boca y San Telmo, antiguas casas de criollos adinerados que se convirtieron en conventos para inmigrantes españoles e italianos en 1900, y que ahora alberga a los nuevos inmigrantes, de Europa Oriental y Asia. Un horizonte de grúas y nuevas construcciones anuncian más desigualdades de un "progreso" entorno a la vía.

Cada cuadro y cada trayecto son abordados por el pintor como una metáfora de la vida, con la certeza de un comienzo y un final, pero ignorando cómo transcurrirá el trayecto. Así es la pintura de Diego Manuel, evolutiva, cargada de alegre melancolía, colorista y testigo de excepción de un país, una ciudad, un tren, una persona y su imaginación; porque el auténtico viaje, afirma Diego, transcurre en nuestro interior.

 


 

 

Pinturas sobre el tren
(Publicado en Art-faces.com , USA, año 1999)
En 1998 yo prácticamente había viajado en tren 3 o 4 veces (actualmente tengo 30 años), hasta ese momento viajar en tren era una mezcla de imágenes de películas de cine.

Cuando por cuestiones de trabajo paso a viajar seguido en el tren (durante 1998-99) que une la ciudad de Buenos Aires con la ciudad de La Plata, penetrando en los suburbios del sur de la gran ciudad, fue un choque terrible contra una realidad que me cambió en varios aspectos mi forma de pensar y claro también mi forma de ver y de pintar.

Los pintores somos de alguna forma una filmadora que nunca se apaga, Goya el gran pintor español decía que un buen pintor con solo ver una vez una escena debería pintarla perfectamente en el taller, y creo que no estaba hablando de un mero virtuosismo técnico ni de ejercitar la memoria, yo creo que hablaba de ejercitar la sensibilidad.

Y sensibilidad es tener la capacidad de la sorpresa, mantener esa capacidad en que los niños pueden ser nuestros maestros.

Las pinturas relatan la sorpresa de ver un nuevo color en un asiento roto o una cara de un anciano que quizás 60 años antes viajaba en un tren similar en Europa, pero ahora sus ojos son infinitos, como las vías del tren.

El tren llamado "Tren Roca" pasa por uno de los lugares de mas pobreza de Argentina, no es casual que el gris sea el color base de la serie de pinturas. Y aprender a usar ese gris es el que me enseñó estos viajes en tren, variar ese gris y transformarlo en luces o colores. Cambiar e improvisar, poner en la paleta sólo algunos colores al azar y hacer lo posible. Aprendí que no es bueno tener una paleta muy rica en colores mas bien es bueno elegir un color base e improvisar sobre esa base. Cuando uno tiene menos medios o se impone problemas varían los resultados. Dentro de la variedad a veces se recoge algo que realmente vale, algo que realmente describe el viaje en el tren.

 


 

 

Comentario del critico de Arte Joan Lluis Montan, Madrid, Diciembre 2003


Diego Manuel, de los retratos a las ciudades, las naturalezas muertas y los cadillacs
La creación pictórica de Diego Manuel se estructura en series temáticas: ‘Ciudades’, ‘Naturalezas Muertas’, ‘Retratos’, ‘Automóviles’ y ‘Animales y Plantas’, entre otras. Emplea, fundamentalmente, el acrílico, aunque hay una parte significativa de sus obras que están elaboradas en guache.

No busca el contraste directo cromático, sino que emplea una cierta armonía en la que hay una gran variedad de tonos, potenciando la esencia vital de lo representado, en el sentido de disfrutar de su consistencia, sin abusar excesivamente del concepto, recreándose en su representación. El resultado son obras expresivas, simbólicas, irónicas, que presentan una cierta multiplicidad de propuestas que van de la creación iconográfica como ‘Naturalezas Muertas’ y la temática dedicada a coches emblemáticos como los cadillacs a otras donde la ironía predomina como es el caso de ‘Retratos’.

Su capacidad alegórica y simbólica se expresa en ‘Ciudades’ donde personaliza las distintas urbes en las que los cronopios realizan su vida y donde se nace, prostituye y muere. Esta serie posee una cierta ascendencia del cómic, aunque también influencias de la nueva figuración y una clara dedicación fantasiosa, en la que todo parece encajar. De todas formas su definición de imagen tiene más que ver con su propio concepto y sus vivencias respecto a una determinada ciudad que a las características que la definen en sí misma.

En ‘Automóviles’, se interesa por el glamour, dentro de una actitud pop, buscando la emblematicidad como tal, contenida en la propia nomenclatura que configura las formas del coche. El automóvil como herramienta que nos conduce a la belleza en un mundo donde la realidad se basa en la modernidad. Sin un determinado culto a ella no hay vida coherente. De ahí que en ‘Animales y plantas’, sus personajes posean una afectación posmoderna, expresiva y simbólica, que enlaza tanto con las ciudades como con los automóviles. Se trata de conceptuar una estética que está basada en lo complejo contemporáneo, sujeto al glamour y a las potenciaciones de la imagen como tal.

En ‘Retratos’ configura un universo lleno de individualidades, en las que cada una posee su propia personalidad y su capacidad de reírse de sí misma.

Joan Lluis Montané

( English)

DIEGO MANUEL, PAINTER OF PORTRAITS OF CITIES, STILL LIFE, AND CADILLACS

The pictoral creation of Diego Manuel is divided into thematic series: “Ciudades” (Cities), “Naturalezas Muertas” (Still Lifes) “Automoviles” (Cars) and “Animales y Plantas” (Animals and Plants) among others. He basically uses acrylic, although a significant part of his work is rendered in gouache.

He doesn’t look for direct chromatic contrast, but uses a certain harmony in which can be found a variety of tones, giving life to the vital essence they represent, in the sense of an enjoyment of their consistency without excessive abuse of the concept. In effect, he recreates them while representing them. The result is an expressive body of work, symbolic, ironic, representing a certain multiplicity of proposals that bear specific themes, from still life, to the one dedicated to car emblems like Cadillac, to others where irony predominates, as in the case of “Retratos” (Portraits).

His allegorical and symbolic capacity is expressed in “Ciudades” where he personalizes the distinct urban zones in which the witnesses to the march of time realize their lives: the places where they are born sell out and die. This series has a certain comic ascendancy, although at the same time, influences of the new representation are found along with a clear dedication to fantasy, in which everything seems to fit. Overall, his definition of the image has more to do with his own concept and his life’s experience with respect to a chosen city that defines its own characteristics.

In “Automoviles”, he is interested in glamour, within a pop attitude, seeking the emblematic, such as is found in the specific nomenclature that makes up the forms of the cars. That is, the automobile as tool that drives us to beauty in a world where reality has its base in modernity. Without a fixed cult devoted to the car, there is no coherent life. In that vein, in “Animales y Plantas” his personages have a postmodern mood, expressive and symbolic, that links as much to the cities as to the cars. He tries to come up with an aesthetic that is completely based in the contemporary, subject to glamour and the potential of the image, such as it is.

In “Retratos”, he configures a universe full of individuals in which each one has its own personality and a capacity to laugh at oneself.

Joan Lluis Montané

 


 

 

Franck Ardourel *, de ArtVoila! (artvoila.com) Diciembre de 2003

Diego is true native from South of America as he lives in Argentina. So, his Art belongs to his soul and mind. He goes far away in his thoughts to create paintings. His imagination continuously nourishes his Art with his specific regard on the world, which brings paintings about landscapes, people, and more... So, he experiences the arts in different styles: Landscapes, interior, style-a-life, portrait, etc. that have enhanced his skills in painting. He has, for sure, a great talent and we like his Pop Art style. All his Art is a mix together of thoughts and ideas, which bring creative paintings.

(Français)

Diego est un pure natif des Amériques du sud. Il vit en Argentine. Ainsi, son art appartient à son Moi tout autant qu'a son esprit. Il s'enfonce dans ses pensées pour créer ses merveilleuses peintures. Son imagination est sa source d'inspiration avec un regard tout particulier qu'il porte sur la société. Avec ce regard il peint dans des styles très differents tels que les paysages, les décors intérieurs, les natures mortes, les portraits… Cette diversité lui a apportée de grandes qualités artistiques dans la peinture. C'est certain: Il a du talent et nous aimons son style Pop Art. Tout son art est un mélange de pensées et d'idées; ces toiles en sont un témoignage.

(Español)

“Diego es nativo de Sur de América , vive en la Argentina. Su Arte pertenece al alma y la mente. El va muy lejos en sus pensamientos de crear pinturas. Su imaginación alimenta continuamente su Arte, nos trae pinturas acerca de paisajes, las personas, y más.. Así, él experimenta la artes en estilos diferentes: los Paisajes, el interior, naturalezas muertas, el retrato, etc. aumentando sus habilidades en la pintura. El tiene, seguramente, un gran talento y nosotros apreciamos su estilo de Arte Pop. Todo su Arte es una combinación de pensamientos e ideas, y nos ofrece pinturas creadoras.”

*Franck Ardourel, Artista plastico, Director de ArtVoila!, Alameda , California, USA


 

 

DIEGO MANUEL RODRÍGUEZ, Y LA OCULTA MAGIA DE LO COTIDIANO (Marzo 2001)

Por Jorge Paladini *

En el salón de "GrafiKar" de calle 40 4ntre 6 y 7 de nuestra ciudad, expone una grata muestra de acrílicos sobre tela el artista DIEGO MANUEL RODRÍGUEZ.

En colores bajos, sin estridencia alguna modulando una labor de excelente unidad, RODRÍGUEZ eleva lo cotidiano con un toque de magia, y en la que lo inmediato adquiere una vitalidad comunicativa, que ayuda a descubrir el entorno que lo humano habita con otra mirada. "Paredes de cal", o "Cajonera", de mínimas anécdotas, le son suficientes para explayar un muy buen oficio para la síntesis y el color. O sus " Cocinas", que como sus otros trabajos vibran atractivamente con un aire de soledad, en la que la luz ocupa el papel de otro personaje mas en la tela, sumando un aire de nostalgia y melancolía que hermana, sutilmente, la labor creadora de RODRÍGUEZ. Por un instante sentimos, y palpablemente, la lenta y paciente caricia del tiempo que tornea imágenes y rincones en rito, en ámbito sagrado en el que la memoria recupera y gana, nuevamente, presencia calidez y amor.

Y saliendo del ámbito cerrado en el que RODRÍGUEZ mueve su indagar, una magnífica "Catedral" nos devuelve una imagen logradísima, en el que el sostén del edificio es elevado a imagen de refinado y delicado lirismo , en colorido y luz de íntima armonía . Al ámbito pequeño , hogareño, instalado en la memoria agradecida, RODRÍGUEZ lo amplía con el espacio mayor de esta evocación, solventando con destreza sus múltiples problemas con el proverbial sentido que maneja con soltura y armonía de color, luz y espacio. A ello cabe añadir el sutil hilo de melancolía que une sus aportes y que brinda a esta grata muestra una unidad que se extiende ante la pupila como un solo canto de amor y gratitud.

*Crítico de ARTE y escritor de la ciudad de La Plata (provincia De Buenos Aires , Argentina) , sus críticas de arte se publican periódicamente en el diario HOY de La Plata y en publicaciones culturales platenses.


 

 

DIEGO MNANUEL RODRIGUEZ , SUS FUTURISTICAS IMAGENES DE EDIFICIOS Y SICODELICAS ESCENAS ANIMAN A VIVIR HASTA UN GRADO MAXIMO
Coral Gables International Art Center, Miami, USA . ( crítica publicada sonbre la obra del artista en el año 1999)

DIEGO RODRIGUEZ tiene una forma única de animar el deseo de vivir entre los que contemplan su obra. A través de sus pinturas, este joven artista proyecta un contagioso sentimiento de deseo de vivir hasta en sus más insignificantes detalles, normalmente suprimidos en nuestra existencia diaria.

Las obras de este artista, nacido en la Argentina, se están convirtiendo en obras maestras, representativas de un mundo donde una fiesta de colores se manifiesta en cada experiencia vivida. Sus edificios son altos, proyectándose hacia el cielo; sus calles son largas, extendiéndose hacia horizontes no vistos; su gente, resplandecientemente vestida, parecen disfrutar sus vidas simples, del tiempo que pasa entre caballos, perros callejeros y la naturaleza.

La técnica específica de RODRIGUEZ es mejorada con movimientos constantes, para de esta forma crear vida con cada pincelada, cada sombra, cada escena. Los estilos de vida que tiene lugar en sus lienzos parecen lejanos, esbozos de un universo percibido desde el telescopio de la realidad.

En la actualidad DIEGO RODRIGUEZ es maestro de Dibujo Artístico en la Escuela Secundaria de Bellas Artes, de Buenos Aires. Este artista hizo su licenciatura en Bellas Artes en la Universidad de La Plata. Sus obras se han exhibido exitosamente en Sudamerica, así como en los Estados Unidos.

(English)

DIEGO MANUEL RODRIGUEZ

AND PSYCHODYNAMIC SCENES
ENCOURAGE LIVING TO ITS MAXIMUM POTENTIAL

Coral Gables International Art Center, Miami, USA .

DIEGO RODRIGUEZ has a unique way to arouse in people an irrepressible yearning for life. Through his paintings, this young artist projects a contagious feeling of desire for living the most insignificant details, normally suppressed in our everyday existance.

The works of this man, born in Argentina, are becoming masterpieces, representatives of a world where a feast of colors manifest in each living experience. His buildings are tall, reaching for the sky; his streets are long, extending to an unseen horizon; his people, brightly clothed, seem to enjoy their simple lives, times that pass among horses, stray dogs and nature.

RODRIGUEZ’s particular technique is enhanced with constant movement; hence creating life with each brush stroke, each shade, each scene. The life styles taking place in his canvases seem far, sketches of a universe being perceived from the telescope of reality.

Currently a teacher of Artistic Drawing at the High School of Fine Arts in Buenos Aires DIEGO RODRIGUEZ obtained his degree in Fine Arts from the University of La Plata. His pieces have been successfully exhibited in South America as well as in the United States.

 


 

El fútbol es una pintura

'Vaca crack de fútbol', acrílico sobre tela, 22 x 16 centímetros, de Rodríguez.

Publicado en Gaceta Dominical , Diario El Pais, Cali, Colombia, 24/ 8 / 2003

Pablo Picasso coloreó el fútbol; Nemesio Antúnez pintaba escuchando partidos; Oscar Roldán plasma futbolistas en alusión al poder; Diego Manuel Rodríguez dice que allí hay mucho tema. Pinceladas sobre verde.

Max Beckmann llevó el expresionismo al área chica; Robert Delaunay inmortalizó una jugada del 'Equipo de Cardiff'; Nicolás de Staël pintó un paisaje abstracto que por capricho tituló 'Los futbolistas'; Pablo Picasso dibujó a tres gorditos que flotan frente a un sol que parece un balón. Son hitos de la pintura inspirada en el fútbol.

El chileno Nemesio Antúnez pintaba mientras escuchaba las narraciones de los partidos, pues lo motivaban los relatos emocionados y el cantar de los goles. En sus cuadros las canchas son espacios de libertad alrededor de los cuales se reúne el pueblo y desde los cuales vuelan aves que parecen seres míticos.

El antioqueño Oscar Roldán pinta temas del fútbol como pretexto para tocar los del poder. Sus temas favoritos son el asesinado jugador Andrés Escobar y el Coliseo Romano convertido en cancha de fútbol, en la cual unos jugadores son más fuertes que otros. Antes de Roldán, otro antioqueño, Félix Angel, también había tomado el deporte como fuente de inspiración pictórica.

En Argentina, país del fútbol, Diego Manuel Rodríguez decidió pintar sobre este tema desde hace dos años: En diálogo con GACETA dijo: "Intento mostrar al jugador que infla su pecho de orgullo y alegría por vestir camisetas llenas de gloria e historia, y además trato de mostrar a los jugadores que se divierten, y que el fútbol más allá de todo es un juego".

Al referirse a la pintura inspirada en el fútbol, Rodríguez dice que todavía no hay algo que pueda ser calificado de movimiento pictórico y aunque "la crítica de arte en Buenos Aires es muy particular, a veces es un poco elitista o hermética", pero el público reacciona "muy positivamente, pues es una de las series que más gustan y de la que más recibo consultas". Y cree que "el fútbol es una bola que crece día a día y en algún momento imágenes artísticas sobre el fútbol serán muy requeridas por coleccionistas de arte o por empresas, y yo estaré preparado", advierte Diego Manuel.

Alvaro Gärtner, Editor de gaceta